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Nuevo delito digital: BTG Pactual es víctima de estafa a través de un correo electrónico

Entidad reveló que uno de sus ejecutivos recibió un e-mail de un supuesto cliente que pidió desde el extranjero el rescate de inversiones para arreglar su casa en Futrono. El verdadero titular alertó del engaño.

Por: J. Troncoso Ostornol. | Publicado: Jueves 6 de febrero de 2020 a las 04:00 hrs.
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Luego de las celebraciones de Fiestas Patrias de 2019, específicamente el 23 de septiembre del año pasado a las 11:20 horas, llegó hasta el computador de un ejecutivo de BTG Pactual Chile un correo electrónico enviado desde, supuestamente, la cuenta de uno de sus clientes. En la comunicación se solicitó un rescate de inversiones por $ 113.565.00, que debían ser transferidos a distintas cuentas.

El supuesto cliente señaló que junto a su cónyuge se encontraban de viaje y que los dineros solicitados tenían por finalidad pagar un trabajo de remodelación de su casa en Futrono. Pero todo se trató de una estafa. Una muy planificada, según BTG Pactual.

Desde su computador en el piso 23 de la torre en Parque Titanium, el ejecutivo de BTG –uno de los bancos de inversión más grandes de la región- alcanzó a transferir parte del monto solicitado a los estafadores, pero fue el propio cónyuge de quien supuestamente había solicitado el rescate de sus fondos quien advirtió a la entidad financiera del engaño y fraude. “El autor del delito realizó toda una puesta en escena con la finalidad de dar verosimilitud a su petición, entregando información verídica, comprobable, y conocida del ejecutivo de BTG”, dice la querella presentada por los abogados de BTG, la que ya fue acogida.

La historia es similar a la vivida por el Banco Santander Chile, que hace unas semanas también presentó una querella tras sufrir una estafa por $ 470 millones, que afectó a un cliente del segmento empresas. La entidad alcanzó a retener $ 152 millones, pero asumió un perjuicio de $ 318 millones, que reintegró al cliente afectado.

BTG Pactual también asumió el costo de la estafa. “Con la intención de evitar que quienes fueron utilizados en el engaño de terceros se vieran perjudicados patrimonialmente. Más aún, la devolución de los fondos se efectuó comprando el mismo número de cuotas en los respectivos fondos de inversión, y no solamente igualando el monto de los fondos”, detalla la entidad en su acción penal dirigida en contra de quienes resulten responsables.

Los abogados pidieron citar a declarar como testigos a la pareja afectada, cuyos nombres este medio decidió mantener en reserva, así como a dos ejecutivos del banco de inversión, que evitó realizar comentarios a DF.

Protocolos internos

Según la querella de BTG, luego que el ejecutivo recibiera el e-mail del supuesto cliente, se aclaró que, por protocolo de la empresa, no se podía efectuar el traspaso de dineros a terceros, salvo con una carta firmada en original.

En otro correo enviado con pocas horas de separación, el ejecutivo de BTG se comunicó con el supuesto cliente, solicitándole la aprobación del cónyuge, en razón de la forma de administración conjunta que registraban. La respuesta de los estafadores fue casi inmediata: confirmaron la solicitud del rescate, pero además -“para mantener el engaño”, dice BTG- se excusaron de no contar con la autorización necesaria del cónyuge explicando que no tendría acceso a su correo electrónico por haber olvidado la clave, y que trataría de comunicarse al día siguiente con su secretaria a fin de solucionar este problema.

“Adicionalmente, con el afán de evitar a toda costa que la transferencia de los fondos fuese realizada a la cuenta corriente de la sociedad (de los clientes), preguntó al ejecutivo si la carta de autorización de transferencia a terceros podía ser enviada por correo electrónico para firmarla en el extranjero y remitirla escaneada; y que, en caso de accederse a la solicitud, que la carta fuera enviada por WhatsApp”, detalla la querella.

El ejecutivo de BTG respondió que –“con el solo fin de facilitar y agilizar las transacciones solicitadas por quién estaba en la convicción era su cliente”, explica la entidad- se habían otorgado las autorizaciones internas para que, por excepción y por encontrarse fuera del país, bastara con enviar la carta escaneada.

“Las cartas demostraron estar firmadas de manera visiblemente conforme con las firmas registradas por BTG (…). Así, el ejecutivo logró reunir los antecedentes necesarios para cursar la solicitud, actuando en todo momento de acuerdo a los protocolos internos y bajo la absoluta convicción de tratarse de los verdaderos clientes de BTG”, dice la querella.

Llegó el 24 de septiembre de 2019; el ejecutivo envió un correo electrónico interno, solicitando la venta de las cuotas en los fondos de inversión y hacer los respectivos traspasos a terceros.

El mismo día, el autor del delito contactó por correo electrónico al ejecutivo de BTG todavía simulando ser uno de los clientes, para preguntar cuándo se harían las transferencias, porque supuestamente desde la empresa a cargo de los arreglos de la casa en Futrono los estaban presionando. La pregunta vía correo electrónico se repitió dos días después. Incluso, los estafadores enviaron “saludos desde Italia” al ejecutivo, dice la acción penal.

“Esto demuestra la voluntad inequívoca de mantener el engaño por el mayor tiempo posible, y por tanto, el ánimo de defraudar a mi representada”, sostiene BTG.

Todo se destapó el viernes 27 de septiembre, cuando el ejecutivo de BTG recibió un correo del verdadero cliente. Según la querella, éste habría acusado un retiro de $ 108.565.000 desde su cuenta a través de una clonación del e-mail de su cónyuge, alertando a la empresa del engaño y fraude que habían sufrido. Tras ello, explica la entidad financiera, se emitió una orden interna de paralizar los depósitos que estaban pendientes.

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